domingo, 11 de enero de 2009

¿Ya no se lleva la libertad?

¿No convendrá acudir también a la religión, para entender qué es la libertad?

Por Antonio Argandoña. La Gaceta de los Negocios, lunes, 5 de enero de 2009

El pasado 24 de diciembre, el Wall Street Journal publicó un editorial que ya había aparecido el año pasado. ¿Iban cortos de material? ¿Se les habían acabado las ideas? A lo mejor es que el tema era importante… Bueno, de hecho vienen publicando ese mismo editorial desde hace 59 años. Y parece que muchos de sus lectores todavía no se han enterado de su mensaje.

Hoy, a muchos conciudadanos nuestros ese artículo les habrá sonado a un idioma desconocido. De entrada, el título está en latín: In hoc anno Domino, en este año del Señor. Luego, parece políticamente incorrecto, porque hace una referencia directa a la religión cristiana. Recuerda el viaje de Pablo de Tarso a Damasco para detener a los cristianos que encontrase y llevárselos a Jerusalén para ser juzgados. En aquel viaje, Pablo se encontró con alguien, Jesús, que él creía que era un fantasma del pasado, pero que estaba vivo y que se sentía identificado con aquellos desgraciados a quienes Pablo quería castigar. Y empezó a pensar de otra manera.

Vermont Royster, el editorialista del Wall Street Joumal en 1949, no pretendía hablar de religión. A su periódico le preocupaba la libertad: poco antes había acabado la más terrible guerra de la historia, y el mundo parecía indeciso entre un comunismo rampante y un socialismo no menos amenazante. El editorial que comento recuerda, también cómo el mundo en que Vivía Pablo de Tarso no era un mundo libre. Había, sí, paz, orden, pero mucha opresión para los que no eran amigos de Tiberio y César, “los que se atrevían a pensar de manera diferente eran perseguidos… aquellos que venían de tribus que no eran romanas eran esclavizados, y, sobre todo, había en todas partes un desprecio de la vida humana”. Aquel hombre que se cruzó con Pablo en el camino de Damasco había venido para defender la libertad.

A las mujeres y los hombres de 2009 quizás nos llame la atención que un periódico económico, laico, que se edita para ganar dinero (pero también para difundir ideas), utilice argumentos religiosos para defender la libertad. Y que lo hiciese no sólo hace casi seis décadas, sino que lo vuelva a repetir cada año.

De esta insistencia del Wall Street Joumal en defender la libertad humana con argumentos del cristianismo, me gustaría sacar una conclusión y hacerme una pregunta. Empezaré por ésta: ¿qué ha cambiado, para que hoy esa religión no nos hable de libertad? ¿Ha cambiado la religión? No parece que este sea el caso. Entonces, ¿ha cambiado el concepto de libertad? Sospecho que sí: ahora queremos "andar erguidos y no inclinar la cabeza ni siquiera ante Dios" -quizás nos hemos hecho una idea errónea de quiénes ese Dios-. Cuando uno anda muy erguido, puede pisar a los demás. O como dice también el editorial, quizás hemos vendido "nuestros derechos como hijos de Dios, a cambio de un plato de potaje, y ya no andamos en la libertad”. De buena fe, sin duda, pero no sabemos qué es ser libres.

Y la conclusión: ¿no habrá algo de verdad en los argumentos del Wall Street Joumal? Quiero: decir, ¿no convendrá acudir también a la religión, para entender qué es la libertad? Ya sé que esto no se lleva hoy, pero ¿quiénes son esos nuevos césares que nos dicen qué lecturas nos convienen y cuáles no, excluyendo, por ejemplo, las de aquel Pablo de Tarso que descubrió la libertad, hace dos mil años, en el camino de Damasco?

4 comentarios:

Isaak dijo...

¿A esta religión, por ejemplo?
http://www.torosdelidia.org.mx/ganaderos/publish2/article_638.shtml

Alberto Tarifa Valentín-Gamazo dijo...

Já, ¡qué gracioso, Isaak! ¿También eres antitaurino? No desperdicias ni un sólo tópico...

No, no se refiere a esa religión, se refiere a aquella cuyo interés primordial por la persona es el fundamento del individualismo occidental; la que al defender su autonomía puso la base para diferenciar las esferas eclesiástica y estatal; la que fundó las universidades y el pensamiento racional, sentando las bases de la ciencia moderna; la que ofreció el primer ejemplo de burocracia organizada para la administración del Estado; cuyo derecho enseñó a conciliar diferentes principios y enfoques jurídicos; la que alentó la doctrina de los derechos naturales, base de los Derechos Humanos, el gobierno responsable, el respeto a la ley, la moral y el bienestar de la sociedad, etc. (cfr. Stanley G. Payne, España, una Historia única, pág. 139, por ejemplo).

Y eso sin contar la parte espiritual, mucho más importante.

Isaak dijo...

Igual es cierto que no desperdicio un sólo tópico, no te lo voy a negar.

Pero un cristiano no pierde oportunidad de hacer sufrir a un ser vivo. Preferiblemente de menor capacidad de raciocinio y, sobre todo, indefenso.

Es que me tiras de la lengua, teniendo como tenéis tanto porqué callar, joío.

Alberto Tarifa Valentín-Gamazo dijo...

Debo ser muy mal cristiano, hoy llevo todo el día sin hacer sufrir a un sólo bicho viviente, salvo a algún humano que otro, quizá.

"menor capacidad de raciocinio..." ¿El toro tiene capacidad de raciocinio? Ah, claro, si tú eres un chimpancé... Lo olvidaba.

¿El toro indefenso? Prueba a ponerte delante de uno, aunque sea sólo un novillo.

¿Has pensado que sin las corridas el toro de lidia estaría extinguido a estas alturas? No sé de ningún ateo que críe toros bravos por amor a la naturaleza. ¿Quizá alguna de esas señoronas británicas rellenas de té y pudding que dejan la herencia a sus gatos?

Voy ahora mismo a liberar a mi canario.