Acabo de leer “La ideología invisible. El pensamiento de la nueva izquierda radical”, de Jesús Trillo-Figueroa (Libros Libres 2005), que además de interesarme muchísimo y explicarme muchas cosas, me ha dejado verdaderamente aterrado ante el sesgo destructor de la ideología que subyace en la cultura hegemónica en Europa y en gran parte de la acción política, principalmente en España. Algunas citas sacadas de este ensayo:
Es necesario establecer una gran alianza entre feminismo y socialismo que abarque todas las áreas del pensamiento y de la acción política (María Teresa Fernández de la Vega, marzo de 2005).
El interés por la sexualidad es lo que diferencia al feminismo radical (…). Para ser radicales no se trata sólo de ganar el espacio público (igualdad del trabajo, la educación o los derechos civiles y políticos), sino que también es necesario transformar el espacio privado(Nuria Varela, “Feminismo para principiantes”, 2005).
Una de las ideas más radicales del feminismo contemporáneo es su pretensión de que el espacio privado del hogar y la familia debe estar sujeto al escrutinio público (Mary Evans, “Introducción al pensamiento feminista contemporáneo, 1997).
La discriminación que han sufrido tradicionalmente las mujeres en el mundo tiene múltiples manifestaciones, una de ellas es estrictamente lingüística (…). En ello consiste el sexismo lingüístico, en el diverso tratamiento que, a través de la lengua, hacemos del individuo en función de los genitales con que ha nacido (María Ángeles Calero Fernández, “Sexismo lingüístico”, 1999).
La igualdad feminista radical significa (…) que las mujeres no tengan que dar a luz. La destrucción de la familia biológica que Freud jamás ha visualizado permitirá la emergencia de mujeres y hombres nuevos (Alison Jaegger, “Political philosophies of woman’s liberation”, 1977).
Pensamos que ninguna mujer debería tener esta opción. No debería autorizarse a ninguna mujer a quedarse en casa para cuidar a sus hijos. La sociedad debe ser totalmente diferente. Las mujeres no deberían tener esa opción (Christina Hoff Sommers, “Who stole feminism?”, 1994).
Una sociedad autónoma es una sociedad que se autoconstituye; los individuos autónomos son individuos que se autoconstituyen. (…) Este tipo de sociedad es la que se determina asimismo plenamente, sin un límite exterior, referencia o finalidad preconstituida (Zygmunt Bauman, “En busca de la política”, 1999).
Con el referente beauvorista (de Simone de Beauvoir) de fondo , algunos estudios determinan, de manera taxativa, que la madre no nace, se hace y que, por tanto, el amor maternal no es universal, como se pretende desde la retórica ilustrada, sino constituido por nuestro pasado histórico, nuestra sociedad y nuestra cultura (Helena Establier Pérez, “La teoría de la maternidad en el contexto crítico español).
El feto es un invasor extraño que le roba a la mujer su individualidad frente al considerado por los médicos como una entidad sagrada para definir la identidad de la mujer. La lucha de esta mujer será por tanto la lucha entre los intereses de la especie y los de la mujer individual (Simone de Beauvoir, “El segundo sexo”, 1987).
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